
Catar cannabis es mucho más que encender un porro y dar una calada. Es un proceso sensorial donde el aroma, la textura y el efecto juegan un papel clave. Si quieres aprender a reconocer una flor de calidad como un experto, sigue estos pasos.
👃 1. EL AROMA: LA PRIMERA SEÑAL DE CALIDAD
Un buen cannabis se reconoce desde el primer olfato. Si la flor desprende un aroma intenso y complejo, es señal de frescura y calidad. Los terpenos son los compuestos responsables del olor y cada variedad tiene su propia fragancia:
✅ Cítricos y afrutados (energizantes y eufóricos)
✅ Terrosos y amaderados (relajantes y profundos)
✅ Dulces o especiados (equilibrados y placenteros)
⚠️ Evita flores con olor a heno o humedad, ya que pueden haber sido mal curadas o contener moho.
👀 2. LA APARIENCIA: ¿CÓMO SE VE UNA BUENA FLOR?
La vista también juega un papel importante. Una flor premium se distingue por:
🔹 Colores vibrantes: Verde intenso, tonos morados o anaranjados.
🔹 Tricomas brillantes: Esa capa de «escarcha» son los cristales que contienen THC y terpenos. Cuantos más tenga, mejor.
🔹 Pistilos saludables: Esos pelitos anaranjados indican una flor madura.
⚠️ Cuidado con las flores marrones o con hojas en exceso. Suelen ser de baja calidad.
✋ 3. TEXTURA Y CURADO: EL TOQUE PERFECTO
Una flor bien curada debe sentirse esponjosa pero compacta. Al presionarla suavemente, debería volver a su forma sin desmoronarse.
🚫 Demasiado seca = Se deshace al tocarla, pierde potencia y sabor.
🚫 Demasiado húmeda = Puede tener moho y no quemará bien.
El curado es clave para preservar el aroma y la potencia del cannabis.
💨 4. EL SABOR Y EFECTO: LA PRUEBA FINAL
Al fumar o vaporizar, una flor de calidad se siente suave y sabrosa. Los matices del aroma deben notarse en el paladar, sin sensación áspera o picante en la garganta.
Y por supuesto, el efecto debe ser limpio y potente, sin dejar una sensación de pesadez o somnolencia no deseada.